Defensa Personal Física y Psíquica
VIVIMOS EN TIEMPOS DIFÍCILES Y...
... quizás ahora hemos de aprender cosas que no creíamos que íbamos a necesitar.
- ¿Cuál es el sistema más eficaz para repeler una agresión?
- ¿Cuál es la reacción más adecuada para cada situación dentro de un conflicto?
- ¿Qué alternativas conoces para la prevención de posibles ataques a tu persona?
- ¿Cómo superas tus miedos y tus bloqueos ante una situación de peligro?
- Cómo detectar la violencia psicológica? ¿Cómo enfrentarse a ella?
El efecto que produce el sentimiento de vulnerabilidad nos hace vivir, muchas veces, un miedo inconsciente que nos limita en el momento que querer realizar proyectos y actividades.
LA DEFENSA PERSONAL NO ES SÓLO FÍSICA, fundamentalmente se desarrolla en el campo mental, emocional y energético, por lo tanto, nuestro MÉTODO no busca solamente aprender técnicas. Si tu emoción está descontrolada, no saldrá ninguna técnica. Si tu mente y tu cuerpo no los unificas, perderás el control.
Si tu campo energético está fortalecido, actúa como protección natural antes del ataque.
El sentido de estos talleres es amplificar o concienciar nuestras potencialidades naturales, nuestra capacidad de centrarnos y de relacionarnos sin que el miedo nos bloquee.
Obviamente, todo esto no se integra en un encuentro de tres horas, pero se puede empezar a comprender cómo cada uno conecta con su fuente de poder y la sabe usar adecuadamente. por eso, nuestra recomendación es, ser perseverantes en entrenar y adquirir habilidad y reacción natural.
Adquirir un poder entraña una gran responsabilidad. Tener capacidad de respuesta ante una agresión, es la capacidad que tenemos para reaccionar al instante sin bloquear nuestra psique.
Hoy día hemos de aprender no sólo a proteger nuestra identidad física, sino que también debemos aprender a diferenciar un ataque psíquico y cómo impedir que nuestro campo de fuerza se debilite o se rompa cuando es afectado por otros o por nosotros mismos.
Nuestro sistema usa de elementos lúdicos para llegar a la efectividad. Muchas personas no tienen la facilidad de asimilar comportamientos marciales y en estos casos, enseñamos estructuras que su mente sea capaz de administrar.
Más adelante han de incorporar su diseño emocional entrenado y capacidad de centramiento ante un conflicto. Se aprende a usar útiles habituales que uno pueda llevar encima como llaves, peines, bolígrafos o libretas como objetos a utilizar en caso de agresión.
Otro entrenamiento, es sobre la atención y la observación del espacio. Se despierta la intuición y el reconocer un posible agresor. Las diferentes salidas de un lugar, los elementos que nos pueden ser útiles de nuestro entorno inmediato y saber valorar que tipo de ayudas internas o externas podemos incorporar en una situación determinada.
Seguro que además te lo pasarás muy bien en un ambiente distendido y respetuoso. Pruébalo.